Oncología integrativa y micromedicina

La oncología integrativa y la micromedicina son áreas de estudio médico
en evolución.

La micomedicina, que combina los hongos con las prácticas médicas integradoras, se centra en las capacidades curativas naturales y probadas de los hongos, como clave para complementar los tratamientos farmacéuticos y otros tratamientos sanitarios. La micromedicina se utiliza en los países asiáticos desde hace miles de años.

El término “mico” se refiere a los hongos, utilizando las esporas fructíferas, los cuerpos y los tejidos de los hongos medicinales, junto con los compuestos bioactivos extraídos de los hongos. Los compuestos bioactivos de los hongos incluyen triterpenoides y polisacáridos, así como sustancias como betaglucanos y fenoles, esteroles, proteínas y péptidos.

Los hongos medicinales tienen el potencial de mejorar la respuesta del sistema inmunitario y reducir el potencial metastásico. Actualmente se está investigando a fondo la capacidad de estas sustancias para reducir el desarrollo de las células cancerosas, y pueden mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

En la actualidad, ya se están desarrollando varios tipos de medicamentos contra el cáncer a partir de los extractos de hongos como el Grifola frondosa y el Ganoderma lucidum, entre otros.

Incorporación de los hongos a la oncología integradora

Las estrategias para el uso de la micomedicina en la oncología integrativa se centran en el uso de varios tipos de hongos. Los hongos medicinales son las especies del ecosistema de los hongos que contienen compuestos y sustancias capaces de provocar una respuesta médica.

El uso de hongos en la práctica médica no es un concepto nuevo. En el mundo oriental, los tratamientos médicos incluyen con frecuencia el uso de diversos hongos curativos. En el panorama occidental, estamos familiarizados con el uso de hongos para la creación de antibióticos y medicamentos antivirales. Los hongos están en el corazón de la penicilina, por ejemplo.

Los estudios científicos han demostrado el potencial de los compuestos de los hongos en el tratamiento del cáncer, las infecciones, las enfermedades crónicas, las alergias y diversas dolencias. Los hongos medicinales son adecuados para la inmunomodulación, así como para la prevención de la inflamación excesiva. Los diversos componentes de los hongos de la micromedicina pueden definirse como:

  • Hepatoprotector
  • Antiviral
  • Antibacterias
  • Antihipercolesterolemia
  • Antiparasitario
  • Antitumoral

Quizá la opción de tratamiento más convincente con hongos medicinales esté relacionada con su funcionalidad dentro de la oncología integrativa. La práctica de la oncología integrativa implica el uso de diversos tratamientos naturales y holísticos junto con los métodos farmacéuticos convencionales para el tratamiento del cáncer.

En la oncología integrativa, las setas no son sólo un superalimento, sino una fuente de antioxidación, inmunomodulación y gestión celular que puede reforzar la respuesta del organismo al cáncer.

¿Pueden las setas ayudar al cáncer? Mico-Medicina

Con más de 50.000 especies de hongos disponibles en todo el mundo, es necesario estudiar mucho para descubrir todo el potencial de la micromedicina. Hasta ahora, se ha considerado que ciertas especies de hongos son más eficaces que otras a la hora de ayudar a las afecciones médicas. Estos hongos tienen compuestos extraíbles capaces de mejorar el rendimiento del cerebro, reducir el desequilibrio hormonal y mucho más.

La micromedicina puede incluso ayudar a equilibrar y gestionar la microbiota intestinal, que según los expertos está directamente relacionada con el funcionamiento del sistema inmunitario y la salud general del cuerpo humano. Los hongos medicinales contienen más de 150 compuestos bioactivos, que ofrecen hasta 126 funciones médicas, muchas de las cuales son adecuadas para la oncología integrativa.

Los betaglucanos, por ejemplo, son compuestos de los hongos medicinales que pueden favorecer la inmunomodulación. Estas sustancias mejoran significativamente la actividad del sistema inmunológico, asegurando que el cuerpo pueda responder positivamente al uso de quimioterapia y otros tratamientos farmacéuticos para el cáncer.

Los betaglucanos, a diferencia de los fármacos estándar, son adaptógenos, capaces de ajustar su actuación en función de las necesidades específicas del organismo. Esto garantiza que las soluciones de micromedicina utilizadas en la oncología integrativa puedan adaptarse a los distintos tipos de cáncer.

Al mejorar la respuesta del sistema inmunitario a un nivel superior, los componentes de micromedicina de un enfoque oncológico integral pueden reducir el riesgo de que surjan infecciones oportunistas durante los tratamientos de quimioterapia. La micromedicina puede contribuir además a mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos y de los que padecen enfermedades crónicas. Los estudios de micromedicina justifican cada vez más el uso de hongos para mejorar los resultados de la quimioterapia y la radioterapia, al tiempo que reducen el dolor, las náuseas y otros efectos secundarios en los pacientes.

La micromedicina y la respuesta inmunitaria

Los tratamientos de micromedicina en oncología integrativa están demostrando una capacidad directa para reducir la propagación del cáncer y prevenir la reaparición de células cancerosas. Los betaglucanos de los hongos favorecen el resultado del tratamiento. En todo el mundo, la micromedicina ha sido aprobada como solución contra el cáncer. La cola de pavo, una de las setas más referenciadas como apoyo a la prevención y el tratamiento del cáncer, contiene altos niveles de PSK (Polisacárido-K).

El PSK estimula el rendimiento del sistema inmunitario y ayuda a eliminar las células cancerosas. Tras un intenso estudio en Japón, el extracto de seta de cola de pavo ha sido aprobado como medicamento de prescripción para el tratamiento del cáncer en Japón, capaz de mejorar significativamente la tasa de supervivencia de los pacientes con ciertos crecimientos cancerosos. Otros estudios revelan:

  • Un estudio realizado en pacientes con cáncer de mama tratadas previamente con radioterapia demostró que los micelios secos del hongo T-Versicolor podían aumentar activamente el número de linfocitos.
  • Una investigación realizada en 100 pacientes con cáncer de ovarios, cuello uterino y endometrio descubrió que el Agaricus Brasiliensis Murill podía aumentar significativamente las células asesinas naturales del organismo.
  • Se descubrió que los pacientes con cáncer colorrectal en fase II y III experimentaron una mejora significativa en las células que eliminan el cáncer utilizando el extracto de PSK que se encuentra en los hongos Coriolus. Este estudio también reveló una reducción de las proteínas supresoras de ácidos, y la reducción del riesgo de recurrencia.
  • En niños con tumores sólidos y leucemia de entre 2 y 18 años, G. Lucidum indujo una mejor respuesta global al tratamiento.

Los estudios que examinan el impacto de los hongos y la micromedicina en las vías de respuesta inmunitaria y la reducción de los tumores son abrumadoramente positivos. Los efectos inmunitarios de la micromedicina están mediados en gran medida por la estimulación de células inmunitarias como las células asesinas naturales, los monocitos y las células dendríticas. Esta actividad se ve potenciada por la elevada presencia de betaglucanos en los hongos.

Los ensayos clínicos realizados en pacientes con cáncer demuestran que el G.lucidum y otros productos similares de micromedicina son bien tolerados, lo que provoca efectos secundarios mínimos en los pacientes, e incluso una reducción de los efectos secundarios de la quimioterapia, aumentando así la calidad de vida.

Oncología integrativa y micromedicina para varios tipos de cáncer

Existen numerosas cepas de hongos que actualmente resultan prometedoras para el tratamiento oncológico integral, como la Melena de León, el Cordyceps, el Reishi y el Maitake. Cada uno de estos hongos tiene una composición única que ayuda con ciertos problemas.

Algunos de los hongos más estudiados para la micromedicina son:

  • Ganoderma lucidum (Reishi): Los hongos Reishi pueden ayudar a los pacientes a tolerar más fácilmente la radiación y la quimioterapia. Los pacientes oncológicos tratados con este hongo pueden ver un aumento significativo de los linfocitos. El hongo Reishi también contiene compuestos biológicamente activos contra el sistema mediado por el estrógeno de las células tumorales, lo que reduce el crecimiento potencial de los tumores para los pacientes con cáncer de mama. Los hongos Reishi también son eficaces para reducir la inflamación y el dolor en pacientes que están pasando por un tratamiento. Debido a que los hongos Reishi contienen altos niveles de beta-glucanos, apoyan aún más la respuesta inmune para romper las células cancerosas. El hongo Reishi puede incluso reducir los efectos secundarios de la quimioterapia y los daños renales.
  • Grifola Frondosa (Maitake): Los hongos Maitake mejoran la respuesta inmune de manera significativa con altas dosis de beta-glucanos. El extracto de este hongo ayuda en la oncología integrativa con la prevención de infecciones secundarias. También se ha demostrado que el extracto de este hongo proporciona una regresión en el cáncer de hasta el 68,8% para los pacientes con cáncer de mama. El hongo Maitake también ayuda en la protección de las células con propiedades antioxidantes, y la reducción de los factores de inflamación de la enzima COX-2, comúnmente encontrado en la fisiología del cáncer.
  • Coriolus Versicolor (Coriolus): El hongo cola de pavo, o Coriolus Versicolor se encuentra entre las opciones de micromedicina más recomendadas para la oncología integrativa. Esta sustancia contiene altas cantidades del compuesto Polisacárido-K, que aumenta significativamente las tasas de supervivencia de los pacientes con diversos tipos de cáncer, a menudo en torno al 9%. Utilizado en combinación con la quimioterapia, este tratamiento mejora las tasas de supervivencia, y se utiliza habitualmente como solución prescrita en Japón.
  • Lentinula edodes (Shiitake): También conocidos como Letinula Edodes, los hongos Shiitake contienen el compuesto activo relacionado con la hexosa, que se ha considerado eficaz para reducir los efectos secundarios adversos de la quimioterapia y la radioterapia. Este extracto de compuesto es especialmente eficaz para mejorar los resultados del tratamiento en pacientes con cáncer de ovario y peritoneal. El lentinan, otro compuesto que se encuentra en el hongo Shiitake, también ayuda a descomponer las células cancerosas de los tumores.
  • Hericium erinaceus (melena de león): El hongo melena de león reduce el crecimiento de las células cancerosas del hígado, del estómago y del colon en el organismo. La sustancia también mejora el rendimiento del sistema inmunitario a un nivel significativo y reduce el crecimiento de las células precancerosas. La melena de león puede reducir además la inflamación en pacientes con enfermedades crónicas y el dolor después de la quimioterapia.

Un área importante que vale la pena explorar con la oncología integrativa y la micromedicina, es el papel que desempeñan los hongos en la preservación y el apoyo de la microbiota. Las investigaciones indican que la microbiota de las mujeres con cáncer de mama generalmente difiere de la de las mujeres sanas. Esto indica que puede haber una conexión entre las bacterias del intestino y la respuesta que una mujer puede tener a la terapia contra el cáncer. Una de las funciones más destacadas de la microbiota intestinal es la regulación posterior del metabolismo de las hormonas esteroides, como el estrógeno, que es importante en el desarrollo del cáncer de mama, y los niveles de riesgo de estas pacientes.

Oncología integrativa y calidad de vida

Los resultados de los estudios sobre la micromedicina y la oncología integrativa señalan que el uso de hongos en el tratamiento del cáncer es útil para algo más que para mejorar la respuesta al tratamiento. El uso de hongos medicinales también mejora el estado nutricional de los pacientes, mejorando su respuesta inmunitaria, su bienestar general y su capacidad para hacer frente a una enfermedad crónica.

Los estudios realizados en pacientes con cáncer de cuello uterino, endometrio y sistema ovárico descubrieron que el uso de ciertos extractos de hongos podía mejorar la calidad de vida de los pacientes al reducir la pérdida de cabello (alopecia), mejorar la estabilidad emocional y reducir la sensación de debilidad. Los extractos de hongos pueden mejorar además el apetito general, al tiempo que reducen el dolor abdominal y las náuseas.

También se han observado estudios sobre la calidad de vida de pacientes con tratamientos hormonales. 48 pacientes con cáncer de mama descubrieron que el polvo de esporas de Ganoderma Lucidum podía mejorar significativamente la sensación de bienestar y reducir la fatiga, la ansiedad y la depresión.

Antes del tratamiento, la micromedicina puede ser eficaz para la prevención del crecimiento celular y el control de los síntomas. Durante la quimioterapia, la oncología integrativa con hongos reduce la toxicidad asociada a los tratamientos de radio y quimioterapia, mejorando así la calidad de vida y la gravedad de los efectos secundarios. El hongo chaga, por ejemplo, reduce el estrés oxidativo, lo que ayuda a reducir el crecimiento de las células cancerosas. Sin embargo, también puede ayudar al cuerpo a mantener niveles más fuertes de energía.

El hongo Reishi que se recomienda con frecuencia en oncología integrativa también es adecuado para reducir los sentimientos de ansiedad y depresión, que son efectos secundarios comunes cuando se trata de una enfermedad crónica.

Elección del tratamiento adyuvante correcto

La oncología integrativa promete una solución única para muchos problemas relacionados con el tratamiento del cáncer. A través de la micromedicina es posible mejorar las tasas de supervivencia de los pacientes con diversos tipos de cáncer, así como mejorar el bienestar y la calidad de vida al mismo tiempo. Los profesionales deben buscar productos de alta calidad para lograr sus objetivos,

Los extractos de alta calidad son necesarios para lograr la mayor biodisponibilidad de los compuestos que combaten el cáncer. Las soluciones orgánicas con moléculas bioactivas estandarizadas y sin aditivos artificiales son cruciales. Los tratamientos oncológicos integrales de calidad incluyen micromedicina con:

  • Certificaciones: Los tratamientos de micromedicina deben estar libres de maltodextrinas, metales pesados, colorantes artificiales y sustancias tóxicas.
  • Extractos estandarizados: Las proporciones altamente concentradas son esenciales para lograr los mejores niveles de ingredientes bioactivos.
  • Cápsulas vegetales: Las cápsulas limpias y libres de toxinas permiten un mejor acceso a los compuestos que contienen. El sistema de sellado de las cápsulas también debe mantener intactos los componentes del hongo durante el proceso de envasado.

El futuro de la micromedicina y la oncología integradora

La micromedicina está adquiriendo una posición cada vez más fuerte dentro del mundo de la oncología integrativa. A medida que los estudios siguen desarrollándose, vamos obteniendo mejores conocimientos científicos sobre lo que es posible con las moléculas y compuestos adecuados. La micromedicina aplicada a la oncología integrativa está mejorando cada vez más el bienestar de los pacientes con diagnóstico de cáncer, al tiempo que mejora las tasas de supervivencia.

Actualmente contribuimos a un sistema creciente de pruebas positivas que destacan el rendimiento de ciertas moléculas bioactivas de los hongos medicinales, al tiempo que apoyamos el desarrollo de prácticas ecológicamente sostenibles para la investigación médica. En el futuro, parece cada vez más probable que la micromedicina sea un componente crucial de todas las estrategias de oncología integradora destinadas a mejorar la calidad de vida de los pacientes y los resultados del tratamiento.